jueves, 28 de noviembre de 2013

El silencio de los corrompidos.

La juventud universitaria de la ciudad de Coronel Oviedo es tan complaciente y ha dejado pasar el momento más ideal para reivindicarse con aquella juventud del pasado ovetense, aquella que se ha manifestado y aquella que ha dejado sus marcas para la historia ovetense y nacional.

El gremio estudiantil siquiera no ha levantado su voz de protesta, de rechazo y repudio a la situación en la que le toca vivir a nuestra sociedad, a nuestra Patria. Insensato, sin preocupaciones mayores que la defensa al mandante de turno, sin la capacidad y la valentía que debiera arropar sus pensamientos y el coraje para expresar por la boca la verdad y señalar a quienes son los corruptos, el gremio universitario ha brillado por su ausencia y su incapacidad de articular a las masas y poder enarbolar la bandera de la honestidad, la moral y la cultura universitaria de estar a favor de la justicia y no de la ignorancia y la corrupción.

Se agigantan los poderes en manos de políticos por culpa de sumisos y entreguistas que solo ven su oportunidad de la mano de quienes sirven migajas y desvirtúan el sentido del joven con las malas prácticas y los vicios políticos que nos rodean a diario. ¡Cuán extendida está la ignorancia entre las cúpulas de aquellos que se jactan ser líderes universitarios ovetenses! Ni siquiera una intención o sana manifestación: el silencio que otorgan se parece más bien a la vergonzosa cobardía y a su desatención a problemas que tocan muy de cerca a la juventud y a la sociedad entera. El título de líder universitario es título habilitante para la politiquería más que un servicio social y político.

¿O tienen vergüenza o son cobardes? ¿O forman parte o consienten torpemente? Son preguntas con las respuestas que las encontramos con actitudes y comentarios, por sus mañas, inclusive perfeccionadas, puesto que carecen de la virtud y solo dedican su culto al mandante de turno (o en este caso, a quienes se encuentran perpetuados por más de 20 años).

El joven sigue en primer lugar por lo que le dicta la conciencia. Quedarse en el molde y callar consintiendo que colocar a los parientes y a las influencias, a las amantes o a las empleadas en sitiales privilegiados desprovistos de idoneidad, es mala imagen para un joven, y considerar que para todos los paraguayos y en especial los ovetenses que todo está bien y que el que no lo hace es un tonto y relegado social es signo de complacencia y de algo sin importancia.

Antes que se serle fiel a un representante del pueblo, tiene que ser fiel a sí mismo. El joven que es fiel a sí mismo es fiel a sus pares, al pueblo, y refleja su condición de hombre y/o mujer componente de esta sociedad: íntegro y luchador de la justicia. Avergonzarse de tener las manos limpias y la conciencia tranquila sirve para dejarse ganar; no sentir vergüenza y apoyarse en la más noble de las acciones de decir en voz alta cuanto mejor parezca para el bien de la ciudadanía es el arma más letal que puede encontrar un político ignorante. El joven que nada debe, nada oculta, nada calla. Y aunque esta actitud pueda costar inclusive el rechazo y la sepultura política, la satisfacción de sentirse bien internamente es la actitud de hombres y mujeres de bien: la honestidad debe manifestarse en un círculo donde todo está bien menos ser honesto.

En lo personal, la tentación de abandonar estas luchas se ha presentado constante por la ausencia de mayores almas que compartan el vivo deseo de luchar contra una sociedad corrompida y sumisa a mediocres y politiqueros, llenos de cínicos, de maldades y egoísmos. El cansancio moral que a veces gana terreno en las filas de quienes peleamos esta batalla parece hasta comprensible, pero caer y dejar tránsito libre a estos mediocres politiqueros al final nos terminará gobernando y nos dejará ser parte de ellos: seremos más cómplices. Como quien dice: “el peor castigo que puede recibir quien deserta de la cosa pública, teniendo vocación por ella, es dejarla en manos de quienes desean vivir de la política y no para la política, de quienes desean vivir del dinero público y no para el bien público”.

Que la juventud ovetense crea y practique la política como para ubicar a los colaboradores sin idoneidad, que es una actividad delictiva e inmoral, nos tiene que llamar la atención poderosamente. Quienes tuvieron el sitial privilegiado han prostituido esta profesión dejando entre los jóvenes la pregunta de si realmente conviene estar metido en la política. Max Weber decía: “Quien vive para la política hace de ello su vida en un sentido íntimo; o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee, o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la conciencia de haberle dado un sentido a su vida, poniéndola al servicio de algo”.

El sabio maestro nos deja muy en claro que al servir en política el primer beneficio es tranquilidad en la conciencia por la ayuda a los demás en su más alto sentido de la palabra, por solidaridad y sentimientos de humanidad al ayudar al semejante antes que favoritismos y clientelismos.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Un pueblo sin fueros.

Falta poco para que se cumplan los primeros cien días de gobierno y legislación por parte del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. El pueblo paraguayo ha concurrido de manera notable a las urnas con ansias de tener un nuevo gobierno y obtener respuestas de las demandas sociales más urgentes, pero no sabemos al final si lo ha hecho con una altura cívica o si fue por el solo hecho de caer en la temporada de comicios. Los números dicen una cosa, los hechos demuestran otra.

En este despegue que está tratando de hacer el Estado a través de sus poderes se puede notar que seguimos aun con los vicios políticos y que nuestra clase política aún está lejos de ser aquella que haga frente a la ignorancia, a la deshonestidad, a la vergüenza de gobernar para unos pocos en desmedro de los muchos quienes sufrimos el pesar del día a día. El pueblo se encuentra desaforado mientras sus legisladores gozan de sus privilegios e inmunidades. Habría que preguntarse qué méritos deberían tener nuestros legisladores para gozar de inmunidades y privilegios.

Con total responsabilidad opino que nuestra “Honorable” Cámara de Senadores, es solo honorable en los papeles porque sus hechos nos muestran lo contrario. Una vergonzosa decisión adoptó su seno al dividir a sus miembros a favor y en contra del desafuero de uno de sus miembros por el hecho de estar sindicado por tráfico de influencias y estafa al Estado paraguayo por cobro indebido de honorarios. Esta vez le tocó ser “víctima” un senador, quizás adentro existan varios más que merecen la investigación. La decisión tomada por el senado paraguayo definitivamente cachetea a su pueblo sin tener en cuenta los preceptos constitucionales y legales con respecto a la comisión de delitos y una investigación. “Desaforar” justamente no significa condenar: significa ponerse a disposición de la justicia renunciando sus privilegios e inmunidades que la Carta Magna le otorga por la condición de representante popular. Es la posibilidad de que la justicia ordinaria pueda realmente someterlo a un proceso judicial como cualquier ciudadano hoy se somete y siente el peso de la ley por sus conductas o siente la liberación de encontrar la satisfacción de sus pretensiones.

Los propios senadores, compañeros de cámara han hecho “mérito” del sumario, conforme lo establece la Constitución. Pero cabría preguntarse si los propios estudiosos de los méritos son calificados para hacer análisis de semejante índole y poder emitir opiniones y dar sus razones con respecto a si hay que desaforar o no a algún colega por el hecho de cobrar varios sueldos o por ubicar parentela y amistades. ¡Cuán generosa es la Cámara! Una persona que se crea decente y esté a la altura moral de emitir opinión con respecto a este tema, y omita el silencio cómplice al hecho repudiado por la ley, debe estar en el camino de la legalidad y no en el camino de la vergüenza y la cobardía. Aquellos que callan, aquellos pusilánimes y pseudo representantes, sin coraje y abiertos a la lucha frontal contra la legalidad, es mejor que busquen el retiro, que al pueblo le están dando méritos para rebelarse y tomar el coraje de hacer lo que hace tiempo debíamos haber empezado: echarlos; tomar conciencia crítica y analítica y no optar por oportunistas, cazadores de espacios políticos, acomodados y negociadores de la voluntad popular. Hacerse el ñembotavy es digno de pasar a ser desaforado civilmente.

La democracia paraguaya sigue herida: mientras una cámara legislativa pasa tiempo estudiando si debe dar o no la aprobación al desafuero, se dejan de estudiar otros temas de gran vitalidad para la nación; en las calles siguen las protestas por mejores condiciones de salud, los niños paraguayos siguen en escuelas precarias y sin comodidades propias para un excelente aprendizaje con formación de ciudadanos con alta conciencia cívica y crítica, los maestros siguen cobrando salarios irrisorios, la cultura paraguaya no es promovida, los indígenas, la reforma agraria, el deporte, la investigación científica… tantos problemas y nosotros en la fatídica tarea de luchar contra la corrupción imperante. El espíritu siempre se verá abatido por esta lucha antes que empezar la lucha por los reclamos populares. Muchos caerán inclusive. Es por ello que con mayor vehemencia y fortaleza se debe cuestionar y no rayar en la ilegalidad, en la anti ética y la inmoralidad. Es posible que hasta muchos sientan vergüenza de hacer esta lucha y este cuestionamiento. Apocarse en esta situación es creer que todo está perfecto y que todo es normal en este país donde todo se permite: donde se castiga al que obra bien y se premia al deplorable y corrupto. Pero la lucha continúa, y contra tanta adversidad el pueblo se hace grande y más fuerte; ante tanta afrenta a la ética y a la moral, ante el grosero pisoteo a la Constitución y sus leyes nos ponemos firmes y sostenemos la lucha de nuestros antepasados, sostenemos al Dr. Francia, a López y a tantos hombres, a tantas mujeres, a tantos ilustres ciudadanos de bien que soñaron por un Paraguay de bien y con progreso.

Mientras sigamos espectadores del desfile de hechos bochornosos para el país y su pueblo, mientras sigamos guardando un silencio parecido a complicidad, mientras sigamos padeciendo la burla grotesca de nuestros representantes por sus hechos opuestos a la legalidad, seguiremos desaforados y sin armas para la lucha contra la deshonestidad y la ignorancia, la inmoralidad y la corrupción imperante, y sumergidos en la desvirtuada nación paraguaya por culpa de sus representantes es mejor no merecer la ciudadanía paraguaya y vivamos siempre desaforados emitiendo el plagueo cotidiano.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Los “mandarines” paraguayos.

La particular sociedad paraguaya ha vivido y sigue viviendo sucesos que marcarán para siempre su democracia y su estilo de vida social y política. La publicidad, la función pública, la libertad en la toma de decisiones y el despertar de una conciencia crítica hacia la vida política ha tomado mucho interés y hoy en forma de querer comprender estos sucesos y hechos nos proponemos en analizar ciertos aspectos.

La China antigua de Confucio, tenía una forma de vida muy rígida y estricta. La sociedad china era tan cerrada y perfeccionista, y diversificada a la vez en sus diferentes estratos y castas sociales que se notaban en los siglos medievales. Cuando la sociedad occidental por primera vez entraba en contacto con los orientales a principios del siglo XVI, habían encontrado una gran diferencia en aquella sociedad: existía una clase social con autoridad sobre todas las demás. Aquella sociedad occidental que tomaron contacto con los chinos fueron los portugueses: expertos en navegación, expedición y descubrimientos. Ellos llamaron a los chinos “mandarím”, quienes según los historiadores, era por una confusión entre el verbo mandar y una serie de palabras de sonido parecido que designan a alguien con poder. Así se referían a los funcionarios y magistrados que administraban el país en nombre del Emperador. “El gran número de estos servidores públicos y su poder sorprendieron a los visitantes occidentales. También el hecho de que los mandarines, lejos de ser simples funcionarios, eran literatos y eruditos o, por lo menos, aspiraban a serlo”, refiere sobre este tema el historiador Fernando Garcés.

Según la Revista “Historia” del National Geographic, en China, ocupar un cargo público aseguraba al candidato y a su familia las más altas ventajas y honores. Todo esto era por el sistema de exámenes que permitía que todos concurrieran en pie de igualdad y fueran elegidos los más capacitados. La educación de un aspirante a mandarín comenzaba a los 4 años, cuando se los enseñaba a la difícil escritura china. Esta carrera de obstáculos a la función pública china iniciaba con los estudios en la escuela, luego a las academias a nivel distrital y luego en la capital, para luego terminar en los exámenes provinciales. Eran estos exámenes de carácter tan riguroso y bastante exigentes, en condiciones austeras, cerradas y de suma concentración, bajo estrictas vigilancias. Solo tenían una manera de aprobar: entregar un examen impecable en contenido y forma. Quienes aprobaban, celebraban un banquete con sus examinadores y eran recibidos como triunfadores en sus localidades de origen. No era para menos: tenían el futuro asegurado como funcionarios.

Un mandarín se consagraba en Pekín, en un examen cada 3 años, y siguiendo el mismo modelo del examen provincial, este examen se realizaba con presencia del mismísimo Emperador: era el examen ante el “Hijo del Cielo”. Aquí todo era lujo: los candidatos tenían te y comida servida por sirvientes imperiales, no cargaban sus equipajes y disponían de papel y tinta cuanto deseasen. Quienes aprobaban recibían el título de Doctor y pasaban a integrar la élite de altos funcionarios del Imperio.

Paraguay fue nuevamente ojo de noticias y escándalos causados por sus representantes y funcionarios públicos: altos cargos con remuneraciones sorprendentes, tráfico de influencias, jugosos sueldos bañados con nepotismo, amiguismos, compras de cargos, etc. La ciudadanía, nuevamente espectadora de este triste episodio de la historia nacional, conseguía contradictoriamente una victoria ante el histórico fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre difusión y publicación de salarios públicos y las derivadas consecuencias que esto trajo: cargos otorgados con remuneraciones siderales a amigos, parientes y empleadas sin más requisito que la zalamería y/o el color. No existieron jamás los concursos ni los exámenes. Se pegaron el lujo (si es que no se siguen pegando dicho lujo) de elegir cargos inclusive. Hoy tenemos a la vista a muchos que ni siquiera se merecen la dignidad de llamarse funcionarios públicos, puesto que no obran a favor de lo público ni de la Nación. Todo es favor personal. La función pública en el Paraguay inclusive es considerada como una carga: el funcionario “cumple” obligatoriamente un horario, sólo asiste expectante a la percepción de sus salarios y remuneraciones y odia descomunalmente ser molestado en su horario de trabajo por un Juan Pueblo que busca la escucha de sus problemas y un poco de agua en el pozo de su mandante. El funcionario sólo quiere servirse para satisfacción y muy pocos están quienes en verdad buscan satisfacer las urgentes demandas sociales. La problemática se centra aquí y la ciudadanía debe despertar el interés y hacer el llamado de atención: o seguimos siendo espectadores de este triste espectáculo o por fin sabremos a donde y a quiénes pagamos nuestro dinero.

En el Pabellón de la Suprema Armonía Paraguaya, para acceder al cargo público se requiere sumisión y fanatismo: los méritos, las aptitudes y la idoneidad quedan relegados quedando destacada la decadencia social; una sociedad cada vez más atrasada y sub desarrollada. Los retos del siglo, la utilización de tecnologías, la humanización, el servicio público efectivo y eficiente y la paz social tan anhelada debe ser el criterio unido a la idoneidad y preparación al cargo. La profesionalización y la capacitación constante, sin favores partidarios ni familiares, servirán para que la democracia paraguaya se fortalezca y sus instituciones sirvan cada vez más a sus ciudadanos. Una conducta ética y moral ideal, el respeto y la preparación e idoneidad deben ser conjugados para lo deseado, sin ánimos de caer en un nuevo elitismo ni contar con un ejército de burócratas y conservadores: los privilegios en un país privilegiado deben ser para todos; para todos quienes tuvimos el privilegio de nacer en esta tierra guaraní.

MANIFIESTO DE LA FACULTAD DE DERECHO UNA A LA CIUDADANÍA UNIVERSITARIA OVETENSE.

LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCION- FILIAL CORONEL OVIEDO, hondamente preocupada por las situaciones que se han dado en nuestra sociedad y en la Federación Universitaria Ovetense contra la Facultad y la misma ciudadanía universitaria, levanta su voz de protesta y desacuerdo, enarbolando las banderas de la justicia, la libertad y la paz, y se dirige a la ciudadanía para manifestar e informar cuanto sigue:

Los estudiantes universitarios, miembros representantes del Centro de Estudiantes de la Gloriosa y Centenaria Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Asunción- Filial Coronel Oviedo, cuna de grandes hombres y mujeres de la Patria, en reunión general de estudiantes de la Institución conforme avalan los organismos institucionales del Centro, han decidido retirar la participación de nuestra casa de Estudios de los Juegos Universitarios Ovetenses Edición 2013 por los siguientes motivos:

a. Desde el inicio de las tareas preparatorias para lo que se supone es la Fiesta Estudiantil más Grande de la Ciudad de Coronel Oviedo, nuestra representación ha sido excluida y mancillada en sus derechos, no comunicándose en absoluto a nuestros representantes de las decisiones tomadas en el seno de una Comisión Directiva que ni siquiera goza aun de la legitimidad a los efectos de realizar actos en nombre de la FUO, evidenciando fracaso total y la falta de decisión, coordinación y toma de responsabilidades;
b. El robo y el atropello sufrido en la noche inaugural por la Pseudo Organización al momento de la selección de la Mejor Hinchada, que conforme a la crítica generalizada y los comentarios vertidos en redes sociales como vox populi, nuestra Institución ha sido merecedora de tal título por las innovaciones introducidas al momento de la presentación de nuestra delegación y por el constante aliento deportivo al cual nos hemos abocado;
c. La notoria parcialidad de los Pseudo Organizadores hacia otras delegaciones estudiantiles, reprimiendo a compañeros con personal de seguridad y personal policial, tratándonos como los peores delincuentes, además de la prohibición al acceso de nuestra hinchada al lado de las demás facultades como si fuésemos un grupo de alta peligrosidad incapaz de manejarse con cordura en el evento;
d. Las agresiones verbales del autoritario, irreverente, inmaduro, imprudente, imberbe, prepotente e irracional miembro de la FUO ADILSON TORALES hacia el pueblo de Derecho UNA y su Presidente del Centro de Estudiantes, tratándolo con términos despectivos e irreproducibles que omitimos expresar para evitar la vulgarización de nuestro vocabulario, propio de personas con alto resentimiento, de agrios sentimientos, con odios cavernarios en su corazón y amargado por la hiel de sus fracasos, quien funge como supuesto representante de los jóvenes bajo los impulsos de una cobardía cívica, moral y personal;
e. El manoseo al que es sometido constantemente el Nombre de la GLORIOSA Y CENTENARIA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCION- FILIAL CORONEL OVIEDO, por miembros de la Organización y Personajes Nefastos para Derecho UNA y la sociedad, que se regodean sin rubor en el autoritarismo y que nada tienen que ver con los universitarios por sus actitudes mezquinas e idólatras de la afección pasajera y material, víctimas de sus estrechas mentalidades, olvidando hoy día de la Formación que la UNA les ha dado en el pasado. Hoy son declarados no gratos por la comunidad estudiantil por sus vergonzosas actuaciones y comentarios vertidos públicamente contra una institución universitaria, y por la provocación de rumores difamatorios.

Por todos los argumentos esgrimidos precedentemente, el CEDUNA Filial Coronel Oviedo, comunica el Retiro Oficial de todas las Modalidades Deportivas de los Juegos Universitarios Edición 2013 por la Parcialidad Manifiesta de los Pseudo Organizadores hacia otros sectores, la falta de respeto absoluto al buen nombre de nuestra institución, sus autoridades y alumnos aclarando QUE RENUNCIAMOS A LA VICTORIA EN LOS CAMPOS DE JUEGO, MAS NO A LA VICTORIA DE LA DIGNIDAD DEL SER HUMANO, A LA INSTITUCIONALIDAD, A LA JUSTICIA Y A LA ETICA. EL CAMPEONATO QUE LOGRAMOS ES EL DE LA HONESTIDAD, LA INTEGRIDAD MORAL Y ETICA Y EL RESPETO A LAS INSTITUCIONES COMO HOMBRES Y MUJERES DE DERECHO.

En honor a nuestra rica historia, dando testimonio de nuestro compromiso de ciudadanos que confiamos en una sociedad mejor, aun cuando pese a la desaforada corrupción imperante y personas que renuncian a la virtud de la honra y se burlan de la honestidad, seguiremos luchando e impulsando seriamente la erradicación de tanta ignominia y afrenta a la dignidad de ser ovetenses, de ser estudiantes de DERECHO UNA, de ser ciudadanos de bien. Nos cuesta creer que la degradación moral campea en nuestros círculos universitarios ovetenses.

El motor de nuestra prédica no ha sido ni será jamás el odio ni el resentimiento. No lo guardamos ni aún contra estas personas que, desatando sus instintos primitivos nos conceden el honor de extremar contra nosotros autoritarismo y arbitrariedades. El odio y las discusiones no han sido nunca una fuerza creadora sino destructiva, y a nosotros lo que nos interesa es contribuir a crear modestamente una sociedad justa y progresista. Ese resentimiento cabe solo en las almas vacías, y nosotros rebosamos de fe en los universitarios y no dejaremos de insistir lo suficiente en buscar el abrazo de la unidad y el respeto a las instituciones, a la voluntad mayoritaria y a la ley.