Hoy el Partido Colorado merece una revisión histórica y crítica, nuevamente, porque ni sus autoridades ni los que pretenden serlo, le dan el golpe de gracia para su reivindicación popular. Esta revisión nace justamente con la recordación, una vez más, de la fecha 13 de enero. Uno de sus más grandes doctrinarios y políticos con que contó esta nucleación política, el Dr. Luis María Argaña, había expresado que "Siempre habrá un 13 de enero. Recordemos el porqué 13 de enero seguido de una breve reflexión mía.
Un 13 de enero de 1947 el Partido Colorado volvía al gobierno tras 40 años de exclusión, represión y persecuciones. Los gobiernos liberales desde 1904 habían instalado miedo, irreconciliables posturas políticas y doctrinarias, tanto entre sus filas como con otros sectores políticos. Tal es así que hasta el centenario de la República fue celebrada bajo balas y terror. Sólo la Guerra del Chacho supuso un paréntesis y la unidad nacional en defensa del Chaco ante el ingreso boliviano.
Tras el fracaso de la "primavera democrática" y el desgobierno en un gobierno de coaliciones, el presidente Gral. Higinio Morínigo convoca a su plana mayor para proponer militarizar el gobierno o gobernar con la ANR. El entonces Coronel Alfredo Stroessner votó EN CONTRA del Partido. De los 12 votos registrados en aquella jornada, 10 fueron a favor de la militarización y 2 a favor del ingreso de colorados al gobierno. Como diría el Coronel Jiménez al Presidente tras votar a favor, la militarización acabaría con el gobierno del Gral. Morínigo y supondría caos, persecución y el atraso al civismo que se pretendía instalar. Por esto, el 13 de enero el gobierno amanecía plenamente colorado tras la firme defensa del gobierno con milicianos (los gloriosos pynandí) y los dirigentes militares y colorados que apostaron por poner orden e institucionalizar el país.
Esto evidencia firmemente que el compromiso del coloradismo es será con el pueblo y su democracia e instituciones, pero ascenso al poder de aquel Coronel rubio, declarado anti colorado, fue utilizando de a poco y con el tiempo a la estructura política más fuerte, combativa (después de la Guerra Civil), popular y tradicional como el Partido Colorado para satisfacer su sed de poder y dominar al sufrido pueblo paraguayo.
El verdadero coloradismo estaba siendo dejado de lado y sus mejores hombres fueron perseguidos, exiliados... 13 de enero... es una fecha para recordar nuestro retorno a sangre y fuego en defensa de la institucionalidad y la democracia, pero negro porque permitió el avance de una figura cuyo gobierno atrasó a nuestro país, tristemente bajo nuestra bandera. La reivindicación de nuestros principios, nuestra doctrina y lineamientos políticos necesitan de colorados firmes en sus convicciones: que la sed de poder no ahogue a los jóvenes y que aquellos que se encuentren en función de gobierno, lo hagan bajo los sagrados principios republicanos y democráticos sin falsedades ni en favor de sectores dominantes ajenos a los intereses de la mayoría popular.
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