Democracia es el término más escuchado; defendido y a la vez pisoteado, conveniente pero también problemático. El proceso democrático en el Paraguay es tan dramático a veces que siempre nos limitamos a pensar en otros tiempos, en otros momentos políticos en el que no hace falta que la sociedad o la ciudadanía tenga que preocuparse por sus problemas: quiere que el gobernante de turno le solucione y ya, tal es así que muchos se remontan a la dictadura francista, al paternalismo lopizta (con Don Carlos primero, y su hijo después), como también no falta aquel que propugne al rubio de Paz y Progreso en estos últimos tiempos, escudándose en el famoso "éramos felices y no lo sabíamos: dormíamos con la puerta abierta y nadie entraba a nuestros hogares".
Hoy, la construcción de la democracia está solidificándose: un gobernante colorado no se ciñe al diálogo único y de preferencia partidaria, hoy poy hoy vemos cómo el gobernante electo y pese al folclorismo de la política paraguaya, éste mantiene reuniones y lo positivo de cada una de ellas es que "siempre existe acuerdo en temas de interés nacional", algo nunca antes escuchado siquiera, y remontémonos a los primeros gobiernos democráticos post Stroessner. La ciudadanía por su parte, debe ser más partícipe en la toma de decisiones políticas y no solamente en elecciones. Democracia, es en su sentido más perfecto, es el gobierno del pueblo interesado en el pueblo.
¿A qué voy con todo esto? La situación política es inmejorable en el Paraguay, las condiciones están dadas, el progreso puede evidenciarse a la vuelta de la esquina. Pero el fantasma de las ideologías se asoma con todo y resaltan en comentarios, en diálogos, en publicaciones el autoritarismo, el "ña mandá jey", el no necesitamos de otros sectores para la construcción de un Paraguay. Con un PARTIDO COLORADO tolerante y seguro de su doctrina y principios, no hace falta una actitud mezquina, ordinaria y retrógrada, el Partido necesita revitalizarse y la presencia de una figura como Horacio Cartes lo demuestra: desde su ingreso a la arena política, su no agravio, su trabajo en equipo, la apuesta por la profesionalización y la juventud, el diálogo abierto y sin mezquindad u odio.
Queridos ciudadanos/as: la construcción de una democracia si es que tanto anhelamos para un Paraguay mejor y con un Nuevo Rumbo, se construye con debate, con pensamiento crítico y por la apuesta a la diversidad de ideas pero pensando en la Nación. Desde la lógica republicana y colorada, tal como lo propugnaba nuestro líder eterno en un mensaje presidencial, el gran Bernardino Caballero podemos decir: "Que solo un pensamiento nos agite y absorba la atención entera: la salvación de la patria".
" Veremos" de un proverbio chino y " Solo el tiempo se encarga de dilucidarlo todo"... Paz.
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